Tradiciones navideñas: Las mías, las suyas, las nuestras.

Este 2020 me tocó pasar mi primera navidad sin ninguna presencia familiar, me explico: generalmente para las fiestas o mi esposo y yo vamos a Bolivia, o mi familia viene a Italia. Pero este año por temas de la pandemia ningúna de las 2 cosas fue posíble.

Recuerdo como fue mi primera navidad lejos de mi familia. Era mi primer año de casada, y tenía mi duelo migratorio a flor de piel. No dejaba de pensar en la comida de mi mamá, los chuntunkis (música/danza tradicional navideña de mi país) los regalos, la feria navideña. Me sentía tan absorta en mis pérdidas que tampoco hacia un gran esfuerzo para replicar aquello que añoraba de mi país en Italia. La verdad es que me sentía confundida, extrañaba todo, pero al mismo tiempo me presionaba demasiado por hacer que todo saliera perfecto o como “debía ser” (según mis altos estándares de las navidades pasadas que había vivido).
Tuvimos una cena bonita, mi esposo cocino una deliciosa pasta, pero no estoy segura de haberla disfrutado mucho. Recuerdo que me levanté a las cinco de la mañana (hora italiana) porque en Bolivia era la media noche, solo para poder pasar las primeras horas de navidad con mi familia, y recuerdo también que esa llamada, fueron más lágrimas que otra cosa.
Han pasado 3 años desde aquella primera fatídica navidad, y poco a poco he aprendido que lo bueno de pasar navidad fuera de tu país, es que no tienes nada dicho, es decir, puedes elegir que tradiciones replicar sin sentirte “obligado” a hacer todo.
Me costó mucho entender que: elegir, adoptar o crear nuevas costumbres no quiere decir olvidar o traicionar a tu país de origen. Al fin de cuentas, la navidad o cualquier tradición que se les venga a la cabeza, no empezó como la conocemos hoy en día. Como ocurre con todos los procesos culturales, han sido transmitidos y modificados de persona a persona, de familia a familia y de país a país, y es precisamente esa característica dinámica la que los hace perdurables en el tiempo.

Mis tradiciones:
Hablar de Bolivia y sus tradiciones abarca demasiados temas, ya que mi país es rico en culturas, idiomas, religiones, etc., así que voy a limitarme a mi familia en La Paz.

  • El árbol de la casa de mis papás es enorme, y claro que con el pasar de los años, tiene muchos tipos de adornos navideños. Recuerdo que cuando lo compramos yo era una niña pequeña y me parecía el doble de grande de lo que realmente es.
  • El nacimiento tiene muchos tipos de animales: Ovejas, vacas, caballos, llamas, perros, gatos, patos con todo y laguna, venados, pandas, dinosaurios, y muchos otros personajes (alguna vez mis sobrinas han incluído al hombre araña y Mickey) por supuesto sin ningún tipo de proporción. El niño Jesús es casi del tamaño de María y hay algunas ovejas del tamaño de los reyes magos. 
  • Por alguna razón siempre tenemos que salir el 24 en la mañana a la feria navideña, a hacer compras de último momento. (cosas que tal véz ni habíamos pensado, pero sí, yo la llamaría una tradición.)
  • Generalmente en la tarde se empieza a preparar un plato llamado “Picana” es un caldo de 3 tipos de carne: res, pollo y cerdo (algunos también le ponen cordero), lleva muchos condimentos entre ellos: clavo de olor, laurel, algunos frutos secos, vino y como acompañamiento tiene maíz(choclo), papa normal y deshidratada (tunta). Se empieza a preparar en la tarde para comer a media noche.
  • Después de haber preparado la picana uno se pone guapo para ir a misa, que, dependiendo de la iglesia, se celebra entre las 20:00 y la media noche.
  • En mi casa nunca ha habído una regla específica si se cena o se abren primero lo regalos, depende mucho del hambre que se tenga, pero siempre encendemos velas y hacemos una pequeña oración agradeciendo al niño Jesús por todo (en casa jamás nos inculcaron aquello de Papa Noel, mis papás siempre fueron claros acerca del motivo y significado de la navidad, y que debíamos agradecerle al niño Jesús por haberles dado trabajo, para que ellos pudieran comprarnos los regalos, por lo tanto la cartita se la hacíamos al niño Jesús).
  • Recuerdo que el olor de la Picana inundaba mi casa, para mí la navidad tenia ese olor, ese sabor.
  • Después de abrir los regalos, generalmente era muy tarde, o muy temprano del 25, por lo que el 25 despertábamos directamente a la hora del almuerzo, para comer el recalentado de lo que había quedado de la Noche Buena.

Sus tradiciones:

  • El árbol de navidad es muy pequeño, y práctico.
  • El nacimiento es un nacimiento artesanal napolitano. Donde lo que predominan, además de la Sagrada familia, son los pastores (diferentes figuras de personas que realizan algún tipo de actividad pueden estar: trabajando, durmiendo, comiendo o jugando, el pesebre napolitano es muy conocido por tener todo tipo de personajes, algunos incluyen políticos y jugadores de futbol).  

  •  Mi esposo es de una pequeña ciudad llamada Montella, donde los lazos familiares son muy estrechos, por lo que es tradición ir a visitar a parientes cercanos con alguna golosina y desearles felices fiestas.
  •  El “cenone di Natale” está compuesto mayormente de: pasta, pescado y mariscos. No se espera a que llegue la media noche, generalmente se cena primero para ir a misa después de la cena
  • Tampóco existe una regla para los regalos, pueden abrirse después de la cena, la misa o al día siguiente.
  • El 25 se suele ir a almorzar con la familia, y se tiene otro pequeño intercambio de regalos
  • En Italia suele ser festivo hasta el 6 de enero, que aquí se conoce como la Epifania o la Befana (un personaje parecido a una bruja que lleva dulces a los niños que se portaron bien y carbón a los que se portaron mal). En Latinoamérica se celebra el mismo día “los reyes magos” que también llevan regalos a los niños (conmemorando los regalos que le hicieron al niño Jesús).

Con tantas diferencias, la pregunta surge espontanea ¿Cómo celebramos nosotros la navidad?

Hemos aprendido a encontrar equilibrios, como menciono al principio de este artículo, solemos intercalar años: 1 año pasamos las fiestas en Italia y al siguiente en Bolivia (con excepción del 2020).

Cuando pasamos las fiestas en Italia generalmente:

  • Armamos juntos el arbolito y nacimiento el día de nuestro aniversario, el 17 de diciembre. Nuestro nacimiento cuenta una historia que mi esposo arma y me va contando, con los pastores. Nuestro nacimiento tiene lo típicos pastores del pesebre napolitano, pero: Maria, Jose y el niño Jesús, son los que yo traje desde Bolivia.
  •  La noche buena la pasamos en casa, y yo cocino picana, vamos a misa antes de la cena y abrímos los regalos cuando queremos.
  • El 25 vamos a comer a la casa de mi suegra y ahí comemos un típico almuerzo navideño italiano, generalmente yo preparo el postre.

Cuando pasamos navidades en Bolivia:

  • Armamos el arbolito y nacimiento con mis sobrinas pequeñas el día que hay tiempo o que logramos coincidir horarios. (siempre riéndonos por todos los animales y seres que se ponen en el pesebre).
  •  Hacemos varias llamadas a Italia, ya que la navidad llega 5 horas antes.
  • Pasamos las fiestas como se pasan en mi familia, con la única diferencia que mi esposo prepara una pizza como aperitivo antes de la cena de media noche, donde comemos la tradicional picana.

Cuando vas a vivir lejos, al principio quieres aferrarte a aquello que hacías, talvez un poco por inseguridad y miedo a perder tu identidad. Pero es importante recordar que, desde el momento que decides salir de tu país y llegas a tu destino, inevitablemente generas contacto con otra realidad que va a afectarte, pero vas a terminar asimilando, y que por lo tanto va a pasar a ser parte de ti. Negarlo o rechazarlo solo te causa un conflicto sin sentido.
La buena noticia es que puedes elegir, porque no tienes ninguna obligación "familiar" “moral” o “patriótica” que cumplir, así que eres libre de elegir construir tu propia identidad. 

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